lunes, 7 de agosto de 2017

del Conocerse

Hay una frase que dice que quien conoce a los otros es sabio pero que quien se conoce a sí mismo es iluminado. La verdad es que no me creo iluminado ni nada parecido, pero sí creía que me conocía, que sabía muy bien quién era, cuáles son mis defectos y cualidades, las características que me hacen ser quien soy. Pero estaba bastante equivocado.

Dice Odin Dupeyron que ir a terapia es canasta básica. Que es uno de los ingredientes necesarios para poder conocernos en verdad y tener la posibilidad de vivir mejor. Yo que soy su fan le creo. Pero el consejo, de forma personal, para mí, ese: te haría muy bien ir a terapia, me lo dio Tamara, hace algunos años. La persona que más me conoce, que más me conocía debería decir ahora; a quien considero el amor de mi vida, quien me ha dado la mayor felicidad; la dueña de mis orgasmos, como le decía para hacerla sonrojar. 

Dice mi terapeuta que es bastante difícil vernos a nosotros mismos, ver la persona que en realidad somos, con toda la mierda que podamos tener pegada. Dice que hay quienes no pueden dormir ante el shock que les provoca enfrentarse a ese espejo en el que la imagen es más nítida de lo que jamás fue y del que no se puede mirar hacia otro lado ni cerrar los ojos. Enfrentarse a la verdad.

Y aquí voy. En este proceso de descubrirme y poderme mirar. De ver quién es realmente Gildardo. Tengo suerte de ir correctamente guiado. Acompañado en el viaje.



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