miércoles, 18 de noviembre de 2015

el ser humano...



Hay palabras que poseen cierta carga, que tienen un significado muy específico, palabras que llevan consigo el peso de un sentido, quizá por tradición, por costumbre. Igual pasa con ciertas frases que se van abriendo paso a través del tiempo, para seguir vigentes, ideas que uno entiende pero no sabe a ciencia cierta su porqué.

Son palabras y frases que heredamos de nuestra sociedad o de nuestra familia. Los significados familiares son especiales porque sólo los comparte un pequeño número de individuos que pueden descifrar a la perfección el código. En mi caso, saber la diferencia entre “chuchear” y “escalonear”, que a últimas fechas podría cambiar a “chequear”. O ese significado sonrojante de la palabra “pajarraco”.

Creo que ya me he desviado bastante de lo que supuestamente quería decir. Quería referirme a la condición humana, al significado de la palabra humano. Porque los días y los años me muestran que quizá ese otro significado que le damos a esa palabra, en la que adjetivamos como humano un gesto de nobleza, de altruismo puro o de procuración desinteresada del otro, no es lo humano. Es más bien una excepción.

Lo humano parece ser la barbarie, la venganza, el rencor, la ofensa: la búsqueda constante por ser el último que ría. Las actitudes viles que se justifican con ese infaltable y nefasto: “pues es que soy humano”, “es de humanos equivocarse”, “no soy perfecto, soy humano”. La justificación perfecta para cualquier pendejada es excusarnos en nuestra humanidad.

Entonces entiendo a todo el que alardea que entre más conoce a los humanos más quiere a su perro, y en la necesidad de cambiar la palabra que designe la bondad de una persona.


No hay comentarios:

Publicar un comentario