martes, 26 de mayo de 2015

del estilo...


Pienso que el “estilo” o sello de lo que creamos (escribamos, pintemos, hagamos música), sale solo. Viene como viene o como puede.

Si una buena amiga me comenta que al leerme le recuerdo a Ibargüengoitia, supongo que podríamos tener algún parecido en la forma de ver el mundo (Ibargüengoitia y yo), no a que yo trate de que lo que escribo se parezca a lo que él escribió; al menos no intencionalmente.

Aunque lo que leemos, influye en lo que saldrá por nuestros dedos. Entonces: ¿Qué podría escribir alguien que piensa que Crepúsculo es literatura?

No podemos ser inmunes a todos los estímulos a los que estamos expuestos a diario. La búsqueda de originalidad es difícil, y pienso que estúpida. Creo, con base en lo que hay en mí, en lo que ya existe. Si lo creado es algo tan común que no se puede diferenciar frente a otras mil cosas, qué hacer, quizá no he tenido el contexto adecuado, quizá soy un mediocre que no podrá jamás crear algo original. También podría ser.

Pero, el arte o la expresión artística busca la expresión del ser, de la persona. Me proyecto en lo que hago, y la realización del acto “artístico” es el fin, no el medio. Se escribe para satisfacerse, no para alcanzar fama y fortuna. Se pinta por el placer de hacerlo, no para llamarse artista.


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